Martes 13 y experimentos sociales

Hoy puse a prueba la tolerancia de los franceses al estar toda una mañana y parte de la tarde dando vueltas por Paris (verán el mapa al final) con un cartón de 1 x 0.70 mts y dos grandes bolsas con media librería dentro (PGS, si habremos estado en estas condiciones más de una vez!). Y cuando digo “dando vueltas” me refiero a caminar por calles super transitadas por mitad residentes/mitad turistas, subir y bajar del metro en hora pico y hacer malabares en las infinitas escaleras parisinas.

El experimento fue llamativamente positivo y hasta creo me sirivió para desterrar algunos mitos que escuché innumerables veces acerca de la sociedad local. Para que se den una idea, hasta me cedieron el paso varias veces para que entre primera al vagón (aunque claro, esto pudo haber sido en parte cortesía y en parte temor a ser golpeados por la enorme placa gris). Quizás sea la condición de extranjera y la disposición (y determinación) a encontrar en un país que no es el que nos vió crecer, aquellas cosas que nos hagan sentir a gusto y nos enamoren todos los días un poco más, pero vraiment cada día me resisto más a generalizaciones como “todos los parisinos son mala onda!” o “si hablás mal en francés, olvidate que te respondan”. 

Cada cual tendrá su experiencia, y me gustaría escucharlas! Pero por el momento, hoy martes 13 no me caso ni me embarco, pero me declaro decididamente optimista en este asunto.

Dolce Francia

Después de una semana en el país que promete amor, luces y los manjares más exquisitos, puedo decir que el comienzo de 2015 le ha hecho honor a estas promesas. Encontrarme en la campiña para brindar con champagne rosado el 31 frente a una chimenea me hizo sentir inevitablemente un poco irreal y como parte de una película hollywoodense. Afortunadamente hubieron otros agregados que me acercaron más a la tierra y a la gente, la familia y las costumbres de este lugar (que en realidad no son tan diferentes, como uno puede pensar). Hermanos, padres, sobrinos y amigos se buscan en estas fecha festiva para compartir un café, un apéritif o incluso un juego de cartas. El olor a comida casera y la ceremonia implícita donde cada uno conoce su rol a la hora de poner o levantar la mesa me lleva a participar y aprender nuevos códigos de etiqueta (y es que he dado con una familia francesa muy tradicional, para mi fortuna). Tanto es así que a veces me veo identificada con el más pequeño à la table al que todos guían, explican y motivan para que diga “s’il te plaît” y termine su plato.

Similitudes y novedades se fueron entrelazando en esta semana festiva en la que participé, entre otras cosas, del juego de la “Galette des Rois” (Torta de Reyes) que me pareció de lo más simpático así que se los comparto. El día de Reyes Magos en lugar de dejar pastito y agua para los camellos, aquí se decide homenajearlos coronando en cada familia a un nuevo rey (o reina). A modo general, la cosa es más o menos así:

Elementos:

  • Galette des Rois (Torta de Reyes, de masa hojaldrada que en su interior esconde un pequeño juguete sorpresa).
  • Corona
  • Niño (o el más joven sentado a la mesa, la primera vez que jugué le tocó el turno a alguien que pasaba los 20 años) que debe esconderse debajo de ella mientras se corta y sirve la Galette.

Desarrollo:

Uno de los invitados a la mesa comienza a cortar porciones de la Galette al tiempo que pregunta en voz alta “C’est pour qui?” (Para quién es?). Quién está bajo la mesa tiene entonces que nombrar a cada uno de los comensales en el orden que quiera, y así hasta que se repartan todas las porciones. Et voilà! Si te tocó la porción con sorpresa serás coronado (personalmente puedo decirles que encontrar una mini torre Eiffel enterrada en un mar de hojaldre puede ser de lo más gratificante).

Nuevas tradiciones y sensaciones que voy descubriendo y abrazando en este país. Y es que después de un 2014 donde ví 2 inviernos, 2 primaveras, veranos y otoños, este 2015 tiene que poner mucho empeño para llegar al podio!!!

Ustedes cómo están? Cómo recibieron el año? Ventiladores prendidos y fuegos artificiales? Se los piensa mucho por acá…